Hay mundos que no todos son capaces de entender.

.

martes, 9 de octubre de 2012

M: Creo certeramente que te han enviado bastante lejos y no estoy seguro de que existas. E: Me subestimas como siempre. M: Y por qué ya no te siento como antes? E: Estás anestésico. M: Pero vos siempre fuiste lo suficientemente fuerte como para entrar en donde quisiste. E: No puedo con tu obsesión. Pero aunque no creas en algún punto me escuchás. M: Sí... lo sé. Creo que mi inseguridad se remite a vos. E: Probablemente. Hoy estás tan seguro que tuve que hacerte dudar. M: Es traumático esto. E: Esto es lo que vos querés ser? M: No. E: Entonces te hago dudar. ¿De que te quejás? Tenés todo lo que siempre soñaste. M: Te equivocás. Tengo todo justo como nunca quise que fuera. E: Pero tenés todo. M: Sí.... E: Tu codicia hace que siempre aparezca. M: No es positivo que aparezcas igual. E: Cuantos van a sufrir? M: No sé si tantos. E: Cuanto sería la palabra. M: Exacto. E: Tan seguro estás? M: No, es más... No creo en eso. E: Mentira, sabés todo lo que sos. Justamente en eso nunca te equivocás. M: No soy el ombligo del mundo. E: Pero eso sentís, y actuás como tal. M: Gracias. E: Y ahí está tu miedo... Hay más ombligos del mundo. M: Necesito crecer lo suficiente para poder caer. E: Te ayudo? M: Sos demasiado explosivo e impulsivo como para necesitar de vos. E: No estoy tan seguro de que me conozcas tan bien. M: Ahora sos algo tranquilo? E: No, pero soy todo lo que querés ser. M: No quiero ser tranquilo. E: Pero así vas a llegar a Ser. M: Sos mi super-yo? E: Ja, ja.